Bienvenidas y bienvenidos al Shalom!
“Bienvenidos en Shalom”,
mencionaba unos de los carteles de bienvenida a quienes llegábamos, el pasado 23 de Enero, al 15° Congreso Menonita del Cono Sur en Chile.
Personalmente tenía gran expectativa, era la primera vez que participaría, y
allí, frente a esa significativa frase de bienvenida, sólo podía intentar
responder con la misma generosidad, abandonándome
a la experiencia con apertura y
gratitud.
Y
refiriendo concretamente al espacio que se abrió durante el Congreso, a
propósito de los diez años del Colectivo “Mujeres Teólogas Anabautistas de
América Latina”, dispuesto para
juntarnos y reflexionar en perspectiva de fe y género, fue particularmente grato encontrarme allí con
preciosas mujeres venidas de diferentes latitudes de nuestra Pacha
Latinoamericana, nutrirnos con la riqueza de las experiencias de cada una, las luchas,
los testimonios, las andaduras y las apuestas por la Vida y la Paz que hacemos
en medio de las dificultades y alegrías propias de los contextos de donde
proveníamos. Por supuesto, gratísimo contar con la presentación de Mónica
Parada, pastora de la Iglesia Anabautista Menonita “Puerta del Rebaño” (Chile),
quien fue convocada para asumir las temáticas centrales del espacio. Qué
oportunidad magnífica abrirnos a la discusión sobre tópicos que desafían nuestra manera de ser
mujeres hoy! Y que liberadora propuesta
nos trajo Mónica en su discurso para nuestra realidad como mujeres de fe en
América Latina. La agudeza, asertividad, claridad, sensibilidad y libertad con
las cuales abordó estos temas fue, por demás, dones que nos bien aventuraron
como mujeres, y sobre todo como mujeres Hacedoras de Paz con Justicia. Me
permito intentar parafrasear desde mi reflexión algo que Mónica introdujo al iniciar
su exposición: si cuestionarnos sobre nuestra vida como mujeres, sobre los que
nos dignifica y lo que no, sobre lo que nos libera y también sobre lo que
nos mantiene en esclavitud, y sobre los caminos que necesitamos transitar para
nuestra emancipación, autonomía y pleno desarrollo, si esto nos hace
“teólogas”, pues entonces, si así hacemos, no necesitamos tener ningún reparo en
llamarnos teólogas. No es la academia, ni las teorías, ni las doctrinas, ni la
dogmática lo que debiera identificarnos como tal, es la apuesta por la Vida,
por una Vida con Justicia y Paz, para
todas y todos.
Gracias a la gran familia
Menonita, tan plural, tan rica, tan diversa y que suele abrir los brazos a personas que, viniendo incluso de diferentes denominaciones
del basto cuerpo cristiano en el mundo,
como es mi caso, quieren sumar en la construcción de la Paz. Gracias
a las hermanas y amigas que facilitaron mi participación en el Congreso,
gracias a todas esas invaluables y hermosas
mujeres que conocí, de quienes recibí tanto y quienes me permitieron igualmente
compartir con ellas historias y caminada. Gracias a las hermanas y hermanos
Chilenas/os, tan generosas/os, tan abiertas/os, tan espontáneas/os y
solidarias/os. Gracias Ester, gracias Mónica, gracias Linda y gracias a todas
las demás hermanas del Movimiento de Mujeres Teólogas Anabautistas da América
Latina y el Caribe. Gracias
a mis hermanas y hermanos con quienes representamos a la delegación Argentina, gracias mil y mil a quienes olvido por sus
nombres pero que permanecen en la piel y el corazón. Y muy especialmente
gracias a la hermosa Comunidad de Floresta, en Buenos Aires, mi casa y
Comunidad por convicción, comunión y adopción: he sido
generosamente adoptada por tan bella gente, cómo no sentirme privilegiada!
Y que la terca insistencia en la
construcción de una Tierra Nueva y un Cielo Nuevo para todas y todos nos siga
sororizando y hermanando más allá de las fronteras religiosas, políticas,
culturales y de género.
Patricia
González (Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires)
MÓNICA PARADA
GRUPO DE HERMANAS
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