lunes, 23 de julio de 2012

ORACIÓN "POR LA TIERRA"

Dios, Padre creador,
 que separaste las aguas de la tierra,
Dios, Madre creadora de la vida y la hermosura
de todo lo que existe en ellas,
Nosotros tus hijos y tus hijas,
 venimos a darte gracias
 por todo lo que vive, por todo lo que crece,
 por todo lo que nutre.
 Dios Padre que nos guías,
 Dios Madre que nos cuidas,
venimos a darte gracias por nuestras vidas,
 por nuestros hijos e hijas,
 nuestros nietos y nietas
por este suelo al que nos trajiste
desde el primer día o en algún momento
siempre anhelando para nosotros y nosotras
una vida
plena y abundante
 Dios Padre que nos llamas a la libertad,
 Dios Madre que nos llamas al amor,
Te pedimos perdón
 Por todas las ocasiones en que
descuidamos y agredimos a la tierra,
y ponemos en riesgo la supervivencia
de tu
 maravillosa creación.

 Dios Padre que nos diste una nación,
 Dios Madre que nos diste una identidad,
 venimos a pedirte que nos ayudes a cuidar
 esta tierra argentina,
 a hacer espacio para que todos los hijos e hijas
 que traigas a esta nación
 puedan vivir la vida que anhelan
 como hermanos y hermanas
Equipo de liturgia de la Iglesia Metodista de Flores, Buenos Aires.

jueves, 19 de julio de 2012

TESTIMONIO DE VALERIA DE SU PASO POR CANADÁ

Amadas hermanas y hermanos, Gracia y Paz!

Creemos que nuestras alegrías son parte de la alegría de todos lo mismo que nuestros dolores. Frente a esta certeza, comparto el texto  del taller que hicimos cuando participamos en la Conferencia de Iglesias Menonitas Canadienses la semana pasada. El artículo se encuentra en la segunda página del periódico adjunto.
En esta conferencia, también participé en la celebración de los 60 años del grupo de mujeres menonitas canadienses. Fue bueno escuchar cómo obró Dios en la vida de este grupo, para hacer planes para nuestro grupo en Brasil y en Recife.
En Canadá estamos visitando y predicando en las iglesias de pastores que fueron nuestros misioneros en el nordeste. Ya hemos estado en la iglesia de Abraham Bulher, SASK, y el próximo domingo predicaremos en la iglesia de Jaime Letkeman, en Winnipeg. Creemos que en Winnipeg, Dios nos está reservándonos una fuerte emoción, ya que el programa incluye una visita a una comunidad indígena en el desierto. Durante la conferencia, me impactó el testimonio de un señor indígena que luego de un proceso de sanidad interior y liberación al perdonar, asistió a la conferencia para contar cómo fue testigo y sintió la colonización blanca cristiana contra su propio pueblo. Muchos lloraban, y yo era una de ellos. De todos modos, Dios ha restaurado  vidas a través del perdón y la sanación interior
Oren por nosotros. Jailson y Samara, también hacen el viaje.—Valeria Alvarenga, pastora de la Iglesia Evangélica Menonita Lagoa Encantada, Recife, Brasil
Porque todo esto ha sucedido para bien de ustedes, para que, siendo muchas las bendiciones de Dios, muchos sean también los que le den gracias, para la gloria de Dios. 2 Cor.4: 15

ARTICULO SOBRE LA VISITA DE LA PASTORA VALERIA ALVARENGA A CANADÁ‏


¿Hacer el bien o no hacer nada?
por Dan Dyck

 Vancouver, BC, Canadá — Para muchos cristianos, la vida no es tanto una batalla entre hacer el bien o hacer el mal, sino entre hacer el bien y no hacer nada.
La Pastora Valeria Alvarenga dice que ella podría quedarse en casa y ver televisión y servir a sus feligreses cada domingo, sin enfrentar problemas. En cambio, ha optado por enfrentar el narcotráfico, la violencia contra las mujeres — y una iglesia estricta — y hacer amigos entre las personas marginadas y vulnerables de un barrio pobre en Recife, Brasil.
Cuando el gobierno rellenó un pequeño lago y construyó viviendas públicas, tal vez no previó que se iba a formar un barrio de chabolas en las colinas circundantes. Con una densidad de población de 1.000 personas por hectárea, los habitantes de las colinas no cuentan con servicios de saneamiento, ni espacios públicos para ocio, viven con temor al delito, y a menudo pierden sus casas por los deslizamientos de tierra en la temporada de lluvias de junio y julio. El mismo edificio de su iglesia quedó inutilizado por un alud en 2009; una barrera de protección que les fue prometida en 2009 todavía no fue construida.
Alvarenga es pastora de la Iglesia Menonita de Lagoa Encantada. Todos los martes recorre los alrededores de la ciudad de la colina junto con su hijo que lleva su guitarra, trayendo torta y Coca-Cola. Ella lo llama Proyecto Samaria.
Cuando Alvarenga escucha decir a los adolescentes que sus madres son víctimas de abuso de parte de sus esposos, ella visita a las madres y se ofrece a ayudarles a encontrar lugar en un refugio del gobierno para mujeres. Cuando las condiciones son adecuadas, habla con sus maridos.
Un equipo de evangelismo juvenil lleva una pancarta que pide "¿De qué tienes sed? Entonces reparten agua potable y entablan conversación con las personas.
Un festival que combina santos católicos con ciertas prácticas paganas, ofrece bailes con música vibrante, hogueras y muchas otras cosas.  Alvarenga contrarresta con una celebración cristiana que ofrece comidas especiales y música gospel al mismo ritmo.
Una profesional de la salud ha sido contratada para educar a las mujeres en cuanto al cáncer de cuello de útero y de mama, porque muchos maridos no permiten que sus esposas visiten a un ginecólogo amenazándolas con pegarles. Muchas mujeres pierden la vida por causa de la violencia doméstica, y sus hijos se dedican a traficar drogas. La vida de Alvarenga siempre corre peligro.
Su iglesia, que como Cristo se encarna en los problemas de la comunidad, no es aceptada por las principales iglesias de la región. Su propia congregación al principio estuvo menos interesada en el Proyecto Samaria. Los habitantes de las laderas, cuya única experiencia es la de las iglesias tradicionales, dice que su iglesia no es “seria o formal” porque no funciona de acuerdo con la doctrina.
Cuando Alvarenga recientemente se recortó el cabello, congregaciones locales tradicionales donde solía ser bienvenida no le permitieron volver a hablar.
No ha sido nada fácil, pero ha valido la pena, dice con palabras medidas. Un joven que salió liberado de la prisión se siente suficientemente seguro como para compartir relatos fuertes sobre su propia transformación — historia que no compartiría con su propia familia. Si ella y su hijo llegan tarde los martes, Alvarenga recibe llamadas porque se preocupan. “Nuestra presencia en la comunidad de la colina los hace sentirse bien”, dice con humildad.
Alvarenga encuentra apoyo en tres textos de la Escritura que son especiales para su ministerio: Mateo 25: 35-36 ("tuve hambre y me disteis de comer…"), Lucas 19:10 y 1 Corintios 3:10.
Ella se niega a pasar por alto los problemas. "La gente viene a nosotros con historias de vida muy difíciles. Tengo que aprender a amar a aquel que es diferente de mí. Ese es el Evangelio de Jesucristo… Mi fe se vuelve completa cuando trabajo con la gente marginada”.
El viaje de Valeria Alvarenga a Canadá desde Brasil para visitar la Asamblea de Vancouver, donde presentó un seminario titulado Leyendo la Escritura en un contexto de pobreza y violencia  fue auspiciado por la Iglesia Menonita de Canadá.
Michele Schwartzentruber Rizoli,  de la Iglesia Menonita Unida de Toronto, tradujo su mensaje del portugués. Alvarenga viajará hacia el oeste de Canadá para visitar a la congregación coparticipante,  la Iglesia Menonita Zoar de Saskatchewan, y hablar en otras iglesias en el camino. (Traducido de The Assembly News, de Vancouver, BC, Canadá.)

BREVE RESUMEN DEL ENCUENTRO DE LAS HERMANAS EN SUIZA




ENCUENTRO DE MUJERES TEÓLOGAS ANABAUTISTAS EN BASILEA SUIZA
Con ocasión de la celebración del encuentro menonita realizado en Basilea, Suiza un grupo de mujeres que son parte importante del  Movimiento de Mujeres Teólogas de América Latina tuvieron la oportunidad de reunirse  con hermanas de tradición anabautista de África, Europa, Norte América. Las reuniones sirvieron para conocerse, compartir experiencias desde sus propios contextos, motivarse unas a otras y juntas orar por la situación femenina  en los diferentes países ahí representados.
Las mujeres reconocieron lo siguiente:
1.        El movimiento ha posibilitado hacer visible el trabajo de las mujeres teólogas y que su trabajo y aportes sean tenidos en cuenta. Por ejemplo: La inclusión de mujeres del movimiento en las comisiones de trabajo del CMM.
2.        Una decisión muy positiva fue la inserción del Movimiento de Mujeres Teólogas Anabautistas en la Comisión de Fe y Vida del Congreso Mundial Menonita.
3.        Las mujeres están incidiendo en sus países en los espacios organizacionales, eclesiales, etc. Hay más mujeres que se están vinculando en la capacitación teológica.
Además el Movimiento  tiene como proyección:
1.        La celebración, durante el año 2013, de los 10 años del movimiento en los diferentes encuentros y países
2.        Traducción del Libro PERFILES DE MUJERES TEOLOGAS ANABAUTISTAS. La idea es que aunque no se traduzca todo el libro por lo menos escoger los testimonios pertinentes e incluir un capítulo de mujeres latinoamericanas que han sido de testimonio a lo largo de la historia.
3.        Seguir organizando los encuentros regionales: México, Centro América, Cono Sur, Zona Andina.
4.        Capacitarse en la realización de los talleres de Cuidado Pastoral entre Mujeres o Cuidado entre Hermanas.
5.      Una excelente noticia es que Patricia Urueña  (Ecuador) se ofrece como voluntaria para acompañar el movimiento en el campo de asesora educativa. Patricia es egresada del Seminario Menonita de Colombia y de la Universidad Bíblica Latinoamericana.

La reunión se termina con una oración de gratitud por la vida de todas y donde nuevamente nos desafiamos a seguir adelante.


Coolaboración deOlga Piedrasanta

miércoles, 4 de julio de 2012

REFLEXIÓN


LA FE DE LA MUJER

JOSÉ ANTONIO PAGOLA
 Marcos 5, 21-43


La escena es sorprendente. El evangelista Marcos presenta a una mujer desconocida como modelo de fe para las comunidades cristianas. De ella podrán aprender cómo buscar a Jesús con fe, cómo llegar a un contacto sanador con él y cómo encontrar en él la fuerza para iniciar una vida nueva, llena de paz y salud.
A diferencia de Jairo, identificado como "jefe de la sinagoga" y hombre importante en Cafarnaún, esta mujer no es nadie. Solo sabemos que padece una enfermedad secreta, típicamente femenina, que le impide vivir de manera sana su vida de mujer, esposa y madre.
Sufre mucho física y moralmente. Se ha arruinado buscando ayuda en los médicos, pero nadie la ha podido curar. Sin embargo, se resiste a vivir para siempre como una mujer enferma. Está sola. Nadie le ayuda a acercarse a Jesús, pero ella sabrá encontrarse con él.
No espera pasivamente a que Jesús se le acerque y le imponga sus manos. Ella misma lo buscará. Irá superando todos los obstáculos. Hará todo lo que puede y sabe. Jesús comprenderá su deseo de una vida más sana. Confía plenamente en su fuerza sanadora.
La mujer no se contenta solo con ver a Jesús de lejos. Busca un contacto más directo y personal. Actúa con determinación, pero no de manera alocada. No quiere molestar a nadie. Se acerca por detrás, entre la gente, y le toca el manto. En ese gesto delicado se concreta y expresa su confianza total en Jesús.
Todo ha ocurrido en secreto, pero Jesús quiere que todos conozcan la fe grande de esta mujer. Cuando ella, asustada y temblorosa, confiesa lo que ha hecho, Jesús le dice: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud". Esta mujer, con su capacidad para buscar y acoger la salvación que se nos ofrece en Jesús, es un modelo de fe para todos nosotros.
¿Quién ayuda a las mujeres de nuestros días a encontrarse con Jesús? ¿Quién se esfuerza por comprender los obstáculos que encuentran en la Iglesia actual para vivir su fe en Cristo "en paz y con salud"? ¿Quién valora la fe y los esfuerzos de las teólogas que, sin apenas apoyo alguno y venciendo toda clase de resistencias y rechazos, trabajan sin descanso por abrir caminos que permitan a la mujer vivir con más dignidad en la Iglesia de Jesús?
Las mujeres no encuentran entre nosotros la acogida, la valoración y la comprensión que encontraban en Jesús. No sabemos mirarlas como las miraba él. Sin embargo, con frecuencia, ellas son también hoy las que con su fe en Jesús y su aliento evangélico sostienen la vida de nuestras comunidades cristianas.
ArtÍculo publicado en ECLESALIA .