La Hna Elvia
Cano, de origen colombiano que tiene varios años de vivir en
Costa Rica, formó parte del grupo de estudiantes del Instituto Bíblico
Menonita de Costa Rica y se graduó recientemente. A sus 75 años, la Hna
Elvia es un ejemplo de perseverancia y
superación.
RESEÑA
Elvia
Cano Henao
En
alguna parte de la década de los 60, las circunstancias de la vida obligan a Elvia Cano, mujer
antioqueña a hacerse cargo de su familia, una hija de tan solo año y medio, un
hijo de 8 meses y embarazada de su tercer hijo. Ven su ocupación en Medellín,
Colombia fue como modista, no solo diseñaba ida sino además ella misma la
confeccionaba, con eso se ganaba la vida y daba de comer a sus hijos, años
después con ese mismo oficio les dio educación.
Cuando
sus muchachos tuvieron 10, 11 y 12 años, en su país Colombia los llevó a un
iinternado para que continuaran ahí su proceso educativo, ya había iniciado un
nuevo trabajo, se ganaba la vida como fotógrafa profesional, trasladándose a la
isla de San Andrés donde el turismo le proporcionaría un medio sugestivo para
sobrevivir. Con el dinero que se ganaba cubría los gastos de internamiento de
sus tres hijos en Medellín y se las agenciaba para cubrir sus necesidades.
Es
en el año de 1969 cuando por sugerencia de amistades decide viajar a Costa Rica
para incursionar en el mercado de la fotografía, tarea que en algún momento
llevó también a cabo en Nicaragua. En Costa Rica intentó desarrollar su propio
estudio fotográfico, sin embargo por esas cosas de las leyes solo pudo trabajar
en la fotografía profesional; habituada a luchar por la vida, trae a Costa Rica
a sus hijos para que continúen son su educación, viviendo en una barriada
llamada Barrio Vasconia al sur de la capital de Costa Rica, matricula a sus
hijos en centros educativos estatales mientras ella continúa con su labor
fotográfica.
Doña
Elvia vivió con orgullo la graduación en
secundaria de su familia y años después en la universidad. Hoy, a sus 75 años
no se cansa de luchar, es común encontrársela por las calles de Barrio Jesús en
Santa Bárbara de Heredia en Costa Rica, ofreciendo de puerta en puerta sus
buñuelos y emanadas, los fabrica en horas de la madrugada, no sin antes llevar
a cabo su particular devocional y sus ejercicios.
Hace
un par de meses se graduó en el Instituto Bíblico menonita. En su graduación
contó que “Ingreso
al Instituto Bíblico con una necesidad y una expectativa. Necesidad de aprender
y la expectativa de prepararme para servir en la congregación y en la comunidad
donde vivo, pues desde hace cuatro años sirvo como anciana de la iglesia a la
que asisto desde el 20 de marzo del 2002, doy gracias al Señor por este
privilegio.”
La hermana Elvia sigue siendo un testimonio vivo de fe en Cristo
Jesús.
COMPARTIDO POR SANDRA CANPOS
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