Entrevista a la hermana Marta Basualdo por su reciente ordenación como pastora
menonita , acto realizado en Asunción Paraguay el día 21 de noviembre del año 2010,
por la Convención Evangélica Menonita del Paraguay –Conempar-
1. (MTA) Hola Marta ¿Cómo te sientes después de haber sido ordenada como
pastora?
(Marta) Muy privilegiada. Doy gracias a Dios por haberme permitido esta oportunidad. Realmente nada cambia, Hace algún tiempo realizo la tarea pastoral en la familia, en la iglesia, en mi vecindad, en el penal, pero sinceramente faltaba este acto aunque sencillo muy significativo. Me parece interesante que ahora me siento sinceramente parte del grupo pastoral de Conempar. Los hermanos pastores me felicitan, me apoyan, me respetan y me incluyen, ahora, de manera diferente.
2. (MTA) ¿Qué significa para ti y las mujeres de América Latina ese reconocimiento a tu trabajo?
(Marta) El verdadero sentido que tiene para mí este acto de ordenación es que se rompió una barrera muy fuerte, ese mito que dice que la mujer no puede ser ordenada como pastora, ni ministrar en forma pública, especialmente durante el culto en el servicio principal. Ahora la puerta está abierta para otras mujeres que tengan la vocación ministerial; esto es lo más importante porque difícilmente, a esta edad, tendré una iglesia para pastorear, a no ser que sea Dios quien provea el espacio. Me siento feliz por las mujeres que vendrán porque sé que mi lucha no ha sido en vano. Dios es fiel y siempre se manifiesta con su voluntad. A Él sea la gloria.
3. (MTA) ¿Qué retos y desafíos tienes ahora como pastora?
(Marta) Estoy como siempre, con los mismos deseos y fuerza para seguir obedeciendo a Dios y su palabra, aunque ahora con un cargo formal que conlleva otras responsabilidades como: bautizar, dedicar niños entre otras. No conozco por ahora, la voluntad de Dios no sé si me dará alguna iglesia para pastorear quizás esto sea la siguiente barrera a romper, pero si Él quiere y me llama y mis hermanos y hermanas lo confirman heme aquí.
4. (MTA) Sabemos que las mujeres privadas de libertad, que tú visitas, tuvieron un papel importante en tu ordenación ¿Puedes contarnos más acerca de esto?
(Marta) Así es. Cierto día dos de ellas me pidieron que las bautizara, les dije que comenzáramos con el curso de Vida Abundante, pero, en mi interior sentí una profunda tristeza, pues sabía que no estaba autorizada para realizar bautizos. Compartí con mi esposo quien percibió mi congoja interna. Antes se lo había compartido a la directora capellana del penal y a ella le dije que yo no estaba autorizada para bautizar que era mejor que ella lo hiciera, ella me respondió, nosotros desde la capellanía te consideramos una pastora ordenada así que tú lo puedes hacer. Me sentí más triste, pues una persona totalmente ajena a Conempar me consideraba una pastora. Mi esposo Rogelio retomó el tema en el consejo de la iglesia quienes solicitaron a Conempar mi ordenación.
5. (MTA) ¿Cuáles son tus planes futuros?
(Marta) Por ahora, continuar pastoreando junto con mi esposo a las familias, la iglesia como siempre lo hemos hecho. Doy gracias a Dios por mi esposo que siempre ha respetado el espacio que me corresponde él no tuvo problemas, preconceptos, prejuicios. Mi iglesia me ordenó como predicadora local junto a Lourdes Benítez hace ya alrededor de tres años. Mi trabajo en el penal continúa con la ayuda de señoritas estudiantes de Cemta ellas son las que facilitan el curso de Vida Abundante. cuando estén preparadas y así lo deseen las bautizaremos. Otro ministerio es servir como mentora en la zona cordillera, donde tengo la oportunidad de escuchar a las esposas de los pastores, o sea a las pastoras, ellas tienen a menudo cosas que compartir, tristes por cierto, y yo con un poquito más de años en el ministerio, puedo comprenderlas, aconsejarlas, orar por ellas y animarlas a seguir adelante. También puedo seguir aprendiendo y creciendo con ellas.
6. (MTA) ¿Ha cambiado en algo tu vida personal y familiar?
(Marta) Ahora, me siento privilegiada, por ser parte de la historia de Conempar, como la primera mujer ordenada, pero con mucha humildad y respeto, tengo un largo camino que recorrer. Sigo aprendiendo, creciendo juntos con hermanos y hermanas. Gracias a Dios en mi familia siempre he tenido el papel de pastora con mis hijos e hijas. Creo que el acto formal de la ordenación reafirma mi compromiso con Dos, con su obra y con la iglesia.
7. (MTA) ¿Qué mensaje les darías a las mujeres de América Latina que anhelan tener esa experiencia?
(Marta) Sobre todo que sigan, que luchen por sus ideales porque para Dios no hay nada imposible, que no le impongan a nadie su ordenación, Dios conoce el tiempo justo. Tendrán muchas luchas, pero para Dios no hay barrera ni límites ni varón ni mujer con un buen testimonio de vida, nadie podrá interponerse a la voluntad de Dios. Porque El es justicia.
Entrevista realizada por Olga Piedrasanta
Vía correo electrónico
27 de diciembre 2010
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