(Lucas 1: 46-56)
En este día tan especial para todas las mujeres que diariamente se enfrentan con un sistema desigual y exclusivista, donde las oportunidades de trabajo y espacios de desarrollo están reservados para algunas que cumplen con los cánones que dictan la moda o se ven cuartadas por una estructura dominada por varones, es alentador releer el Magnificad de María.
No es una carta aislada; es un memorial que recoge toda la historia de un pueblo sufriente.
A Dios le plació poner ese recordatorio en los labios de un cuerpo de mujer; hecho que sin duda habrá sido revolucionario para la época y territorio en el que se ubicaba, signado por una cosmovisión cultural y social extremadamente machista.
Este canto rompe con todos los esquemas sociopolíticos. Los sonidos musicales acompañan la fe y la creatividad en la voz de una desconocida mujer del pueblo hebreo llamada María de Nazaret.
Es movilizante su discurso pues devela y hace conocer a un Dios cercano, que está junto al pueblo que sufre, y muestra que la fe acompañada de acción rompe barreras.
Ester Bornes
Iglesia Menonita de French, Pcia. de Buenos Aires. Argentina
lunes, 8 de marzo de 2010
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