jueves, 4 de noviembre de 2021

PERSONAJES QUE DEJAN HULLA entre los Anabautistas

Celebremos la vida de nuestra hermana Ondina.

PERSONAJES QUE DEJAN HUELLA entre los Anabautistas

Ondina Murillo- Honduras

13 de abril del 2021


Soy Ondina Murilo, de la ciudad de La Ceiba en el norte de Honduras, tengo setenta y cinco años de edad.  Madre de tres hijas adultas y abuela de dos nietas mayores, un nieto mayor y uno de dos años de edad.  Soy maestra de educación primaria, miembro de la iglesia Menonita Central de La Ceiba por casi cincuenta años. 

Mi trayectoria en la vida, particularmente en la fe, no ha sido lineal, he tenido muchos bajos y altos; sin embargo, mi lema ha sido vivir una fe sencilla y práctica. Por esta razón un niño por su sencillez ha sido un motivo de inspiración que quiero mantener. 

 De niña fui enseñada en el evangelio, conocí a un Dios castigador muy legalista, lejano y que no se compadecía de quienes pecaban, pensaba que ese evangelio solo era para las personas de edad muy avanzada, pero no para una niña llena de sueños, y alegrías para quien el evangelio era una mala noticia. Yo no quería tal evangelio que me llevaba a revelarme contra ese orden. 

El rumbo de mi vida cambio cuando en el año 1975, en la iglesia Menonita, Dios trató conmigo confrontándome con mi forma pecaminosa de vivir, yo me resistía, pero le dije: Dios yo te recibo como el Señor y Rey de mi vida, pero quiero que tu evangelio me sirva para vivir aquí y ahora, de no ser así, no quiero tu evangelio. A partir de ese día comencé una lectura de la biblia tratando de entender lo que Dios decía para mi vida, siempre repetía esta oración: guíame por sendas de justicia 

Entendí que el evangelio realmente es buena noticia. Que Dios es amor, es cercano, que se compadece del sufrimiento humano.  Jesús con su enseñanza y práctica me mostró como es Dios. Es ese Jesús humano, quien me influyo de tal modo que cambie mi perspectiva acerca de Dios y de su evangelio.  Ese es el modelo a quien yo quería seguir y es quien inspira mi práctica diaria hoy por la coherencia entre su enseñanza y estilo de vida. Eso era lo que buscaba: un modelo a quien seguir y que diera sentido y alegría a mi vida 

De niña soñaba con volar, que me levantaba y extendía mis brazos como si fueran alas y volaba, me detenía cuando quería y volvía a tierra. Ahora comprendo que Dios me ha permitido volar; he surcado espacios de formación y crecimiento personal que jamás imaginé, he tenido oportunidades de practicar justicia en diversos espacios de convivencia. Fue después de jubilarme en mi trabajo como maestra de educación en el año 1,998 que comencé formalmente estudios en biblia y teología en el instituto bíblico de mi país hasta lograr el grado de licenciatura en teología y ministerio pastoral en el seminario bíblico teológico anabaptista latinoamericano (SEMILLA). He aprovechado todo espacio de capacitación a mi alcance, sobre temas variados como:  Pastoral con sentido, cursos como escritora popular, Alternativas a la violencia, análisis y transformación de conflictos interpersonales, entre otros.  


En los años noventa, Dios me dio la oportunidad de participar en el proyecto Paz y Justicia de la iglesia Menonita Hondureña, donde colaboré como voluntaria en el trabajo con los damnificados del huracán Mitch, después como miembro de la junta directiva; finalmente entre el año dos mil y dos mil nueve estuve en la dirección del proyecto. En este periodo en mi país, las maras y pandillas tenían atemorizadas las comunidades y no había experiencias que orientara como responder a semejante desafío.  Con la ayuda de Dios y una fuerte voluntad y compromiso social, junto con el personal del proyecto y el apoyo del Comité Central Menonita (C.C.M.) decidimos responder al desafío que se nos planteaba desarrollando un proyecto llamado   Restauración de Jóvenes Vinculados a Maras o Pandillas, en el sector Choloma del departamento de cortés. Como resultado de este trabajo, el sector de nuestra intervención fue pacificado: las maras se reconciliaron, los jóvenes dejaron de matarse entre sí, la comunidad cambio su aspecto: en vez de grafitis violentos en los muros pintados por estos jóvenes, ellos se dieron a la tarea de limpiar y pintarlos, también encontraron nuevas formas de vivir. finalizado el proyecto con estos jóvenes nos dimos a la tarea de sistematizar la experiencia que tanta satisfacción nos dio


En el año dos mil forme parte del equipo escritor y editor del currículo anabaptista para niños y niñas de América Latina, un proyecto de SEMILLA coordinado por Janet Breneman

En el año dos mil diez fui parte de la junta directiva de un proyecto social de la iglesia Menonita hondureña (MAMA) donde tuve la oportunidad de capacitarme como facilitadora de Alternativas a la violencia (PAV). Siendo coordinadora y facilitadora de PAV he tenido la oportunidad de contribuir al crecimiento de niños, jóvenes y adultos en la búsqueda de una vida sin violencia en diferentes espacios donde presto mis servicios de manera voluntaria. Las transformación que he podido observar en la vida de muchas personas en la cárcel, en la iglesia y en las comunidades son la fuente de inspiración que da sentido y fuerza para emprender de manera voluntaria la tarea de mi opción de vida

 He venido colaborando con el movimiento de mujeres haciendo teología en América Latina (MTAL) como co-cordinadora para Centro América y el caribe. Aquí hemos facilitado espacios de crecimiento personal, elaborado un manual llamado la Presencia Sanadora de Dios en Nuestras Crisis y con mucha alegría he participado como escritora, y en el equipo editor de nuestro primer libro devocional 2021 escrito por muchas mujeres de tradición anabaptista

El trabajo con las maras y pandillas me llevo a trabajar en la cárcel donde se les daba seguimiento a los jóvenes que eran privados de su libertad, hasta lograr su inserción social. Teniendo presente las necesidades observadas en estos centros e inspirada por un trabajo realizado en una cárcel de Holanda que tuve la oportunidad de visitar, continué involucrándome en el trabajo con esta población; en el año 2014   inicie con los privados y privadas de libertad el programa Alternativas a la Violencia (PAV) facilitando talleres, ´procurando un trato humano, con microempresas que los proveen una ocupación y generación de economía para gastos personales.  Actualmente me he involucrado como miembro de la junta local del Comité Nacional contra la tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes en los centros de detención como postas policiales y cárceles. 


En el año dos mil veinte cuando fuimos sorprendidos por dos huracanes y la pandemia del COVID19 de manera voluntaria y con gestión de recursos por los equipos cuáqueros de paz se respondió a la necesidad urgente que demando la situación con artículos de primera necesidad como víveres, ropa, medicamentos, colchonetas, acompañamiento pastoral y reparación de daños en vivienda 


De acuerdo a los diferentes momentos experimentados en mi vida puedo compararla de la siguiente manera:   

Un pájaro volando. Cuando era niña de manera recurrente tenía un sueño: Yo volaba cada vez que quería. Deseaba crecer porque soñaba con ir a la escuela para aprender a leer y escribir, quería ser maestra para enseñar


Un águila. Tal como lo soñaba, volé alto como las águilas. Aproveché toda oportunidad que se me presentó para mi crecimiento personal, de diferentes maneras: me capacité en espacios académicos, teológicos, relacional en variados ámbitos. Es la etapa en que pude alcanzar mis sueños; luché por ellos, me siento realizada. Logre lo que quería, vivo satisfecha, nada me falta 


Una mariposa.  La mariposa sufre un proceso doloroso para llegar a tener la hermosura que exhibe. En mi vida he pasado por muchos momentos difíciles donde lloré, sentí que ya no podía, me faltaron las fuerzas; sin embargo, hoy me siento contenta con mis logros y recuerdo esos momentos con admiración a mi persona


El burro.  Simbolizo mi vida con este sencillo y humilde animal de carga, porque siempre está dispuesto a realizar la tarea, a pesar de sus circunstancias y adversidades, Me ha tocado enfrentar muchas adversidades y sufrimientos, sin embargo, me he propuesto siempre estar dispuesta a realizar lo que corresponda.


La cruz. En este momento de mi vida adopto la cruz, pero la cruz de Cristo, porque creo que solo me resta vivir humildemente, negando mi yo, deseando que la voluntad de Dios se haga en todo lo que hago, pienso y digo.


Y en ti que huellas dejo Ondina Murillo_ Comparte una anécdota y ayúdanos a completar su  historia, escríbela en el muro o envíala a cita.anabautistas@gmail.com entre los Anabautistas

Ondina Murillo- Honduras

13 de abril del 2021


Soy Ondina Murilo, de la ciudad de La Ceiba en el norte de Honduras, tengo setenta y cinco años de edad.  Madre de tres hijas adultas y abuela de dos nietas mayores, un nieto mayor y uno de dos años de edad.  Soy maestra de educación primaria, miembro de la iglesia Menonita Central de La Ceiba por casi cincuenta años. 

Mi trayectoria en la vida, particularmente en la fe, no ha sido lineal, he tenido muchos bajos y altos; sin embargo, mi lema ha sido vivir una fe sencilla y práctica. Por esta razón un niño por su sencillez ha sido un motivo de inspiración que quiero mantener. 

 De niña fui enseñada en el evangelio, conocí a un Dios castigador muy legalista, lejano y que no se compadecía de quienes pecaban, pensaba que ese evangelio solo era para las personas de edad muy avanzada, pero no para una niña llena de sueños, y alegrías para quien el evangelio era una mala noticia. Yo no quería tal evangelio que me llevaba a revelarme contra ese orden. 

El rumbo de mi vida cambio cuando en el año 1975, en la iglesia Menonita, Dios trató conmigo confrontándome con mi forma pecaminosa de vivir, yo me resistía, pero le dije: Dios yo te recibo como el Señor y Rey de mi vida, pero quiero que tu evangelio me sirva para vivir aquí y ahora, de no ser así, no quiero tu evangelio. A partir de ese día comencé una lectura de la biblia tratando de entender lo que Dios decía para mi vida, siempre repetía esta oración: guíame por sendas de justicia 

Entendí que el evangelio realmente es buena noticia. Que Dios es amor, es cercano, que se compadece del sufrimiento humano.  Jesús con su enseñanza y práctica me mostró como es Dios. Es ese Jesús humano, quien me influyo de tal modo que cambie mi perspectiva acerca de Dios y de su evangelio.  Ese es el modelo a quien yo quería seguir y es quien inspira mi práctica diaria hoy por la coherencia entre su enseñanza y estilo de vida. Eso era lo que buscaba: un modelo a quien seguir y que diera sentido y alegría a mi vida 

De niña soñaba con volar, que me levantaba y extendía mis brazos como si fueran alas y volaba, me detenía cuando quería y volvía a tierra. Ahora comprendo que Dios me ha permitido volar; he surcado espacios de formación y crecimiento personal que jamás imaginé, he tenido oportunidades de practicar justicia en diversos espacios de convivencia. Fue después de jubilarme en mi trabajo como maestra de educación en el año 1,998 que comencé formalmente estudios en biblia y teología en el instituto bíblico de mi país hasta lograr el grado de licenciatura en teología y ministerio pastoral en el seminario bíblico teológico anabaptista latinoamericano (SEMILLA). He aprovechado todo espacio de capacitación a mi alcance, sobre temas variados como:  Pastoral con sentido, cursos como escritora popular, Alternativas a la violencia, análisis y transformación de conflictos interpersonales, entre otros.  


En los años noventa, Dios me dio la oportunidad de participar en el proyecto Paz y Justicia de la iglesia Menonita Hondureña, donde colaboré como voluntaria en el trabajo con los damnificados del huracán Mitch, después como miembro de la junta directiva; finalmente entre el año dos mil y dos mil nueve estuve en la dirección del proyecto. En este periodo en mi país, las maras y pandillas tenían atemorizadas las comunidades y no había experiencias que orientara como responder a semejante desafío.  Con la ayuda de Dios y una fuerte voluntad y compromiso social, junto con el personal del proyecto y el apoyo del Comité Central Menonita (C.C.M.) decidimos responder al desafío que se nos planteaba desarrollando un proyecto llamado   Restauración de Jóvenes Vinculados a Maras o Pandillas, en el sector Choloma del departamento de cortés. Como resultado de este trabajo, el sector de nuestra intervención fue pacificado: las maras se reconciliaron, los jóvenes dejaron de matarse entre sí, la comunidad cambio su aspecto: en vez de grafitis violentos en los muros pintados por estos jóvenes, ellos se dieron a la tarea de limpiar y pintarlos, también encontraron nuevas formas de vivir. finalizado el proyecto con estos jóvenes nos dimos a la tarea de sistematizar la experiencia que tanta satisfacción nos dio


En el año dos mil forme parte del equipo escritor y editor del currículo anabaptista para niños y niñas de América Latina, un proyecto de SEMILLA coordinado por Janet Breneman

En el año dos mil diez fui parte de la junta directiva de un proyecto social de la iglesia Menonita hondureña (MAMA) donde tuve la oportunidad de capacitarme como facilitadora de Alternativas a la violencia (PAV). Siendo coordinadora y facilitadora de PAV he tenido la oportunidad de contribuir al crecimiento de niños, jóvenes y adultos en la búsqueda de una vida sin violencia en diferentes espacios donde presto mis servicios de manera voluntaria. Las transformación que he podido observar en la vida de muchas personas en la cárcel, en la iglesia y en las comunidades son la fuente de inspiración que da sentido y fuerza para emprender de manera voluntaria la tarea de mi opción de vida

 He venido colaborando con el movimiento de mujeres haciendo teología en América Latina (MTAL) como co-cordinadora para Centro América y el caribe. Aquí hemos facilitado espacios de crecimiento personal, elaborado un manual llamado la Presencia Sanadora de Dios en Nuestras Crisis y con mucha alegría he participado como escritora, y en el equipo editor de nuestro primer libro devocional 2021 escrito por muchas mujeres de tradición anabaptista

El trabajo con las maras y pandillas me llevo a trabajar en la cárcel donde se les daba seguimiento a los jóvenes que eran privados de su libertad, hasta lograr su inserción social. Teniendo presente las necesidades observadas en estos centros e inspirada por un trabajo realizado en una cárcel de Holanda que tuve la oportunidad de visitar, continué involucrándome en el trabajo con esta población; en el año 2014   inicie con los privados y privadas de libertad el programa Alternativas a la Violencia (PAV) facilitando talleres, ´procurando un trato humano, con microempresas que los proveen una ocupación y generación de economía para gastos personales.  Actualmente me he involucrado como miembro de la junta local del Comité Nacional contra la tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes en los centros de detención como postas policiales y cárceles. 


En el año dos mil veinte cuando fuimos sorprendidos por dos huracanes y la pandemia del COVID19 de manera voluntaria y con gestión de recursos por los equipos cuáqueros de paz se respondió a la necesidad urgente que demando la situación con artículos de primera necesidad como víveres, ropa, medicamentos, colchonetas, acompañamiento pastoral y reparación de daños en vivienda 


De acuerdo a los diferentes momentos experimentados en mi vida puedo compararla de la siguiente manera:   

Un pájaro volando. Cuando era niña de manera recurrente tenía un sueño: Yo volaba cada vez que quería. Deseaba crecer porque soñaba con ir a la escuela para aprender a leer y escribir, quería ser maestra para enseñar


Un águila. Tal como lo soñaba, volé alto como las águilas. Aproveché toda oportunidad que se me presentó para mi crecimiento personal, de diferentes maneras: me capacité en espacios académicos, teológicos, relacional en variados ámbitos. Es la etapa en que pude alcanzar mis sueños; luché por ellos, me siento realizada. Logre lo que quería, vivo satisfecha, nada me falta 


Una mariposa.  La mariposa sufre un proceso doloroso para llegar a tener la hermosura que exhibe. En mi vida he pasado por muchos momentos difíciles donde lloré, sentí que ya no podía, me faltaron las fuerzas; sin embargo, hoy me siento contenta con mis logros y recuerdo esos momentos con admiración a mi persona


El burro.  Simbolizo mi vida con este sencillo y humilde animal de carga, porque siempre está dispuesto a realizar la tarea, a pesar de sus circunstancias y adversidades, Me ha tocado enfrentar muchas adversidades y sufrimientos, sin embargo, me he propuesto siempre estar dispuesta a realizar lo que corresponda.


La cruz. En este momento de mi vida adopto la cruz, pero la cruz de Cristo, porque creo que solo me resta vivir humildemente, negando mi yo, deseando que la voluntad de Dios se haga en todo lo que hago, pienso y digo.


Y en ti que huellas dejo Ondina Murillo_ Comparte una anécdota y ayúdanos a completar su  historia, escríbela en el muro o envíala a cita.anabautistas@gmail.com

 

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