“ESTOY AQUÍ Y ME IMPORTAS!...”
“…Sentirnos escuchadas es profundamente sanador…Escuchadas
de tal manera que el mismo silencio de quien nos escucha diga: estoy
aquí y me importas…”.
Estas palabras empezaron a resonar en mi mente y corazón desde que participé
por primera vez en el Taller Cuidándonos
entre Mujeres. Y después de acompañar a varios grupos de mujeres con la
propuesta que presenta el material de “Cuidándonos”, ahora se presenta la hermosa tarea de
facilitar esta experiencia de Taller en mujeres de la Comunidad de la Localidad
de French -Provincia de Buenos Aires, Argentina- la cual se llevó a cabo el
pasado 27 de Junio.
La expectativa que tenía era grande aunque no
sabía exactamente con qué nos encontraríamos teniendo en cuenta que la
convocatoria al Taller era abierta, es decir, acudirían mujeres tanto de la
Comunidad Eclesial Menonita de French como de otras Iglesias, incluida la Católica. Asimismo
mujeres de ámbitos del sector público y gubernamental estaban invitadas. Por lo tanto, al igual que la expectativa, la ansiedad era
grande también!...Durante la preparación del Taller, el proceso de adaptación
del lenguaje de los contenidos, queriendo adecuarlo al perfil de las
participantes que se esperaban, fue todo un desafío. Y aquel “estoy
aquí y me importas” resonó con más fuerza al llegar la fecha…Qué era lo
que aún necesitaba comprender de estas palabras a pocas horas de encontrarme frente a este
grupo de mujeres sabiendo que algunas de
ellas eran absolutamente ajenas a las Comunidades de fe de las que hacemos
parte? Había tenido la oportunidad de
facilitar diferentes tipos de experiencias grupales en espacios igualmente
diferenciados, tanto en lo eclesial como en lo secular. Pero esta vez quienes participarían de este
mismo espacio provenían de distintos sectores y seguramente se acercarían con
expectativas igualmente distintas, cómo
desarrollarlo? Y recordé aquella porción
de 1°Cor. 14, 34-35…Pensando en aquellas
primeras mujeres quienes (tal como sigue pasando en nuestros contextos) fueron
silenciadas en las Comunidades Originarias, pensaba también que hoy en cambio tenemos
la posibilidad de afirmar, con mayor empoderamiento cada vez, que todas
las mujeres tenemos algo qué decir y, sobre
todo, que absolutamente todas tenemos derecho a ser escuchadas!...El relato de 1°Cor. quedó registrado en el texto
Bíblico como evidencia de que aquellas/os
primeras/os seguidoras/es de Jesús compartían con nosotras/os la misma necesidad humana de continuos procesos
de conversión, siendo quizá uno de los
mayores desafíos en estos procesos el construir equidad en las tramas
vinculares y comunitarias. Así mismo, el que podamos hoy re-leer el texto con
una mirada liberadora, aquella que nos
otorga la obra salvífica y sanadora de Jesús en nuestras vidas, es un
signo de que la Iglesia puede seguir madurando y creciendo para asumir la tarea
de ser instrumento liberador de la
historia humana tan plagada violencias e injusticias.
Supe que el verdadero desafío sería entonces tratar
de posibilitar un espacio en el cual todas nos sintiéramos incluidas, abrazadas,
reconocidas, importantes y ESCUCHADAS sin barreras, sin juicios y sin
prejuicios…Y así nos reunimos mujeres tan singulares y diversas en edad,
cultura, procedencia e incluso confesionalmente…Mujeres con historias de vida
igualmente diversas lo cual nos hace únicas, irrepetibles y diferentes la una
de la otra…Allí estábamos, tan particulares y al mismo tiempo siendo UNA en la necesidad de cuidarnos, de
ayudarnos, de amarnos las una a las otras….
Gracias a Dios Padre-Madre por seguirme
llamando por mi nombre. Gracias al círculo de amigas que me rodean siempre con su incondicional amor y me envían
a donde voy con bendiciones. Gracias a mi amada hermana y amiga Ester con quien
soñamos y asumimos esta versión del Taller. Gracias a la benditas Comunidades
Menonitas de French y 9 de Julio por su
hermandad y hospitalidad. Gracias a
todas las personas que ayudaron a abrir el camino para que esta experiencia
fuese posible. Gracias a las hermanas que dieron origen al Taller Cuidándonos entre Mujeres y continúan llevándolo a dónde el Espíritu de
Misericordia las guía. Y, por
supuesto, gracias a las preciosas mujeres que conocimos y con quienes nos
permitimos acompañarnos en otro pedacito del camino de la vida.
PATRICIA GONZALEZ, IGLESIA ANABAUTISTA MENONITA DE BUENOS AIRES
ESTER BORNES, IGLESIA MENONITA DE FRECH Y 9 DE JULIO
“…Todas/os sabrán
que ustedes son mis seguidoras/es cuando al verles vean cuánto se aman…”
(Juan 13, 35)
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