jueves, 24 de abril de 2014


Para meditar y vivir la Resurrección

1.La resurrección es la prolongación de la vida, la continuación de la vida
 Para meditar
 -          Para los cristianos y las cristianas, la muerte no es el final de la vida, es el inicio de la prolongación de la vida, es cuando la vida adquiere el rostro de la eternidad, la plenitud y la dignidad. Esto es lo que sucede entre Jesús y la iglesia. La resurrección de Jesús fue el acontecimiento que permitió el nacimiento de la iglesia, y la iglesia tiene la misión de darle continuidad a la vida de Jesús.
Para vivir
-          ¿De qué manera la vida de aquellos y aquellas que ya no están físicamente entre nosotros –familiares, amigos, hermanos y hermanas de la iglesia- sigue dando frutos en nuestra propia vida?

 2. La resurrección afirma que hay que “creer para ver”
 Para meditar

-       Tomás afirmaba que necesitaba ver a Jesús para creer que había resucitado. Sin embargo Jesús afirmó “dichosos aquellos que sin ver, creyeron”.
“Creer para ver” se corresponde con el testimonio bíblico. Después de recordar a hombres y mujeres que vivieron por la fe, el autor de la carta a los Hebreos nos dice: “Todas estas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo”. Comenten el significado de este versículo para nosotros y nosotras hoy.

Para vivir

-          Hay dos actitudes en la vida: “ver para creer” y “creer para ver”. ¿Cuál es la diferencia entre ambas? ¿Qué significa en nuestra vida cotidiana “ver para creer” y “creer para ver”?

    3. La resurrección es el mayor acto de justicia por parte de Dios
 Para meditar
 -          La resurrección de Jesús es la respuesta de Dios ante la obra de la muerte. Dios rechaza la muerte y da un SÍ rotundo a la vida. La muerte de Jesús es una muerte injusta y violenta. A Jesús le dan muerte, lo crucifican, es una víctima del poder político y religioso de su época. La muerte de Jesús fue la consecuencia inevitable de sus propios actos y palabras, de su compromiso con el reino de Dios. Al echar su suerte con los más pobres e indefensos, todo lo que Jesús hacía cuestionaba la autoridad de los que decían tener autoridad. Se volvió entonces una persona peligrosa, y le dieron muerte.
-          Al resucitar a Jesús de entre los muertos, Dios realiza un acto de justicia y prolonga la vida de aquel que entregó su vida por practicar la justicia. El apóstol Pedro, en una de sus predicaciones, declaró a sus oyentes: “Y a ese hombre que fue entregado, ustedes lo mataron, crucificándolo por medio de hombres malvados. Pero Dios lo resucitó, liberándolo de los dolores de la muerte”.
-          Cada acto de justicia lleva en sí mismo la buena noticia de la resurrección
 Para vivir

-          ¿Cuáles actos de justicia podemos recordar en el día de hoy? ¿De qué manera nuestra iglesia ha sido y puede seguir siendo una comunidad de resurrección, justicia y vida?

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