miércoles, 26 de marzo de 2014

La situación de la mujer Hondureña
Por Leda García
                                                              Leda trabajar en Winnipeg Harvest

Mi nombre es Leda García, soy hondureña, y como pueden ver también soy mujer y como tal quiero hablarles de la realidad social que vivimos muchas mujeres en Honduras.
Existen muchos mitos alrededor de las latinas, no puedo abordarlos todos pero como hondureña puedo desvelar la verdad sobre los que me atañen a mí.
Antes del año 1954 eramos consideradas como seres de segunda categoría, que no teníamos derechos y nuestra función era estar al servicio de los hombres y la familia, fue entonces en ese año después de muchas luchas que el Gobierno de Honduras nos concedió el derecho de ejercer el sufragio pero solamente a las Casadas y a quienes sabían leer. Hasta 1958 se nos otorgó a todas las mujeres mayores de 18 años sin distinciones el derecho de elegir nuestras autoridades a pesar de que siempre hemos representado una mayoría en el porcentaje poblacional (más o menos entre un 51 – 60%).
Nuestras leyes protegen sin discriminación al hombre y a la mujer aunque en la realidad no es así. En Honduras, en teoría, la mujer tiene el derecho a la democracia, a la vida, al trabajo, a expresarse y movilizarse libremente, a organizarse, a ser tratada con dignidad y a la paz, pero en una sociedad donde los derechos se violan constantemente, la pobreza y miseria tienen rostro de mujer.
El empleo (trabajo remunerado) otorga al individuo un estatus y una autoestima permitiendo la participación en la vida pública.
Partiendo de esta idea el empleo marca pautas de convivencia social.
En Honduras un porcentaje alto de mujeres carece de un trabajo remunerado y es el trabajo doméstico, ocupación que muchas mujeres desempeñan y ésta es la principal causa de que los roles de género estén todavía más marcados.
EL TRABAJO INDUSTRIAL
La mujer como obrera en las grandes ciudades hondureñas, es discriminada. Además de ocupar cargos menos cualificados su trato es distinto al del hombre:
- Recibe un salario más bajo.
- Es acosada sexualmente.
- Los despidos son injustos.
- Las oportunidades de obtener un empleo se reducen al ser mujer y una de las razones es que el tiempo de maternidad no es productivo para la empresa.
EN LA FAMILIA
En la vida familiar: <LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN HONDURAS, Yolanda Domenech López Profesora ayudante del Área de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de Alicante.)
Este es un ejemplo muy común entre las familias hondureñas, los roles masculinos y femeninos están muy determinados por la tradición.
El sentido de la mujer a la familia es de unión, fidelidad y sometimiento.
La fidelidad es un valor que se espera sólo de la mujer pero no así del hombre, la infidelidad de la mujer todavía se castiga en muchos casos hasta con la muerte, mientras que por el contrario la mayoría de hombres tienen hijos fuera del matrimonio o hasta múltiples hogares lo cual es aplaudido.
LA MUJER Y LA IGLESIA
Y en los espacios religiosos la situación no es diferente, somos el 70% en las iglesias Menonitas en Honduras. Pero son pocas las mujeres que son pastoras, sus esposos lo son pero a ellas no les otorgan licencias: sólo existe 1 mujer ordenada como pastora dentro de 120 iglesias con alrededor de 9,000 miembros en total.
Tenemos representación desigual en el liderazgo, somos quienes trabajan pero no quienes toman las decisiones desvelando que el hombre sigue siendo quien domina en los espacios de convivencia.
POLÍTICA
El ámbito político cubrió la participación ciudadana equitativa diciendo 50% del poder para la mujer y 50% para el hombre en el año 2013, pero la realidad es que siempre quienes ganan en la mayoría de los puestos son hombres.
Cabe remarcar que solo hemos tenido 2 mujeres en la historia reciente que se han atrevido a participar como candidatas a la presidencia de nuestro país.

Leda en las noticias con su trabajo, Winnipeg Harvest

CONCLUSIÓN:
La mujer hondureña representa la mayor fuerza de trabajo en todos los ámbitos pero no se les reconoce.
Poco a poco se ven los cambios dentro de la distribución del trabajo y los roles de genero van quedando atrás, cada día vamos ganando mas espacios dentro de nuestra sociedad pero la lucha continua y se que todavía nos falta mucho por aprender y aplicar como mujeres y como país sobre equidad y justicia.

Me alienta ver que mas hombres van tomando conciencia de la humanidad de la mujer reconociendo nuestro lugar de respeto, modificando sus estilos de vida, asumiendo actitudes de equidad y justicia. También que las mujeres se abren paso en espacios que tradicionalmente han sido dominadas por hombres. Guardo la esperanza que en un futuro cercano la pobreza y la miseria dejen de tener rostro de mujer.

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