Publicado por la red electrónica de liturgia del CLAI.
Padre nuestro, que estás en el Cielo,
y también
estás en la tierra,
en el mar, en el vacío,
en la Luz y en la Oscuridad,
en todo,
en cada corazón humano sin discriminar,
que eres el Bien,
y estás en el bien y más allá del Mal.
Santificado sea tu Nombre, que es Amor.
Venga a nosotros tu Reino, que es Vida y Libertad.
Hágase tu Voluntad, que nos libera y nos da vida,
en la tierra,
en el mar, en el vacío,
en la Luz y en la Oscuridad,
en todo,
en cada corazón humano,
como en el Cielo,
en el bien y más allá del Mal.
Danos hoy nuestro pan de cada día
con el que bendices nuestra vida.
Perdona nuestras ofensas
como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
haznos misericordiosos,
para liberar y no condenar.
Líbranos de caer en la tentación
de juzgar condenando a los demás.
Y líbranos del Mal;
y cuando el Mal sea inevitable…
Dios que lo penetras todo,
Y lo atraviesas todo…
transfórmalo en Vida Nueva.
Silvio Puppi, de Bahía Blanca, Argentina
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