Objetivo general
Disponer un tiempo de oración comunitaria cuyo tema central sea la migración en
el mundo; acercándonos a ella desde una perspectiva cristiana, con el fin de
estimular la unidad en oración y suplica por todos los migrantes y desplazados del
mundo, y expresar nuestra fe mediante acciones concretas para acompañar en
forma integral a todos los que transitan por tan dolorosa experiencia.
Objetivos específicos:
Tomar conciencia de la comunidad toda, respecto al serio problema humanitario que
afecta a diferentes países del mundo, acercándonos a ella desde una perspectiva
cristiana, estimulando la unidad en oración y suplica por todos los migrantes y
desplazados del mundo
Estimular a expresar nuestra fe mediante acciones concretas para acompañar en
forma integral a quienes transitan tan
dolorosa experiencia.
JUSTIFICACIÓN:
En este año 2019 nos propusimos elaborar la liturgia de oración de acuerdo al tema:
“Migración y Esperanza Viva” Debido a los recientes acontecimientos globales y en
particular, a la coyuntura del importante flujo migratorio que se está viviendo en los
últimos años dentro del continente americano.
Para todas y todos es asunto de interés, interceder tanto por las personas en
necesidad de abandonar su lugar de arraigo, como por los países que les recibe.
Porque como cristianos entendemos que la migración no es asunto nuevo ni alejado
de nuestra espiritualidad y práctica cristiana, por el contrario, es una realidad
presente a lo largo de toda la historia de la salvación.
Ya en el Antiguo Testamento, hay múltiples textos que muestran al pueblo de Dios
como un pueblo migrante. Que una vez establecido en territorio propio, recibió leyes
de parte del Señor, que brindaban protección al extranjero, propiciando así, una
convivencia caracterizada por tratos justos y respetuosos.
Pero el ejemplo bíblico por excelencia de una vida de destierro y migración es
nuestro Señor Jesús. Él mismo tuvo que migrar a raíz de la realidad social y política
que rodearon las circunstancias de su nacimiento. En primer lugar, recordemos,
debió nacer fuera de la tierra de sus padres, y sin un lugar adecuado, tiempo después, sus padres debieron migrar a Egipto para salvarle de las intenciones de
un perverso gobernante que quería matarlo y, cuando fue tiempo de volver a su
tierra, todo su ministerio fue llevado a cabo sin establecerse, caminando, rechazado
por los escribas, los fariseos y el poder político imperante.
Así estuvo andando y dando testimonio de que su reino no es de este mundo y de
que cada persona tiene valor, Jesús predicaba un evangelio donde no hay fronteras,
ni muros que impidan al que cree, experimentar una vida más libre, más digna. Para
Él no hay distinción de raza, nacionalidad, género, etc. Jesús demostró en su vida
y su ministerio con hechos concretos que las fronteras no son voluntad divina, sino
creación humana y como tal, entorpecen el desarrollo de los hombres, mujeres y
niños, que buscan una mejor calidad de vida.
Así mismo, la Biblia nos dice que nosotras como cristianas y cristianos somos
extranjeros y peregrinos en este mundo (1 Pedro 2:12), que nuestra aspiración debe
ser y hacer algo mejor de lo que dictan los valores de nuestro tiempo (Rom. 12.2).
Entre tanto, nuestra esperanza está en construir un mundo mejor y una de las
formas para ello, es intercediendo y actuando a favor de todo aquel que de una u
otra forma ha sido desplazado de su lugar de origen. Por eso es que hoy tenemos
esperanza y como pueblo esperanzado, es nuestro deber compartirla con aquellos
que, por su condición, la han perdido.
“Migración y Esperanza Viva”
Liturgia
Preparativos:
Es importante tener listo un espacio y ambientes preparados, por eso sugerimos:
Para el gesto litúrgico: Pedir previamente a un grupo de hermanas(os), incluyendo niños que estén listos para entrar por el camino previamente señalado por la organizadora. La idea es realizar un recorrido simbólico como lo hacen los migrantes.
Llevar consigo algunos objetos como mochilas, sandalias, carriolas, etc
Preparar con anticipación tres velas o elementos que ilustren esperanza
colocados en el piso y alrededor el nombre de los países latinoamericanos
que han tenido que emigrar /Honduras, Guatemala, Salvador, Colombia, etc)
o, nombres al azar, quizá de personas que hemos conocido o pudimos
conocer.
Para la liturgia en general:
Tener listo algunos videos que nos presenten la realidad que experimentan
los migrantes, por ejemplo:
https://www.youtube.com/watch?v=EaYXLNThXbA
https://www.youtube.com/watch?v=TUyVrdWe0WE
Para quienes no cuenten con estos medios, sugerimos escribir el nombre de
los países donde han salido migrantes y quienes los han recibido. Se pueden
poner por separado uno a la derecha el otro a la izquierda y unir con tiras de
papel donde se pueda escribir una frase o palabra de esperanza.
Revise los anexos de este documento, donde encontrará algunos cantos y
otro tipo de sugerencias para recursos.
PRIMER MOMENTO:
Apertura.
Bienvenida
Explicamos el motivo y tema que nos convoca en esta ocasión
Desarrollo. Gesto litúrgico. “Esperanza en medio del camino”
Realizar la selección de preguntas y respuestas que la congregación
colocada a ambos lados del camino hará, por ejemplo:
o Migrantes: Venimos en camino y añoramos con nostalgia anhelando
nuestra patria ¿Quién nos puede recibir y dar consuelo?
o Respuesta comunitaria: Nosotras/os en obediencia a Jesús queremos
recibirles para darles de comer y beber.
o Migrantes: Nos sentimos enfermos y con frío, la esperanza se ha convertido
en una gran carga al toparnos con muchos muros, físicos, de odio y de
discriminación ¿Quién podrá cubrirnos, darnos de beber y volvernos la
esperanza para vivir?
o Respuesta comunitaria: Nosotras/os queremos ser las manos y el corazón
de Jesús, que les cubra del frío, derrumbe con nuestra solidaridad los
muchos muros y les trate como a hermanos en una casa y
compartiendo mesa con ustedes, para que la esperanza reviva.
o Migrantes: ¿Quién en nuestra prisión querrá visitarnos y mostrarnos su
compasión y llevarnos medicamentos y cubrir nuestra desnudez?
o Respuesta comunitaria: Queremos ser los signos visibles del Señor que
siempre está cerca de quien lo necesita y rogaremos juntos que el Señor nos
sostenga con integridad y nos mantenga siempre en su presencia (Sal.
41.13)
Cierre.
Los caminantes llegan y se colocan en el centro (donde están las velas)
puestos de rodillas, la comunidad se acerca a ellos rodeándoles y se hace
una oración por ellos pidiendo a Jesús derrumbe las barreras de opresión,
les provea liberación y salvación
Todos volvemos a nuestros lugares
Cantemos: Tenemos esperanza