La situación de la mujer Hondureña
Por Leda García
Por Leda García
Leda trabajar en Winnipeg Harvest
Mi nombre es
Leda García, soy hondureña, y como pueden ver también soy mujer y como tal
quiero hablarles de la realidad social que vivimos muchas mujeres en Honduras.
Existen muchos
mitos alrededor de las latinas, no puedo abordarlos todos pero como hondureña
puedo desvelar la verdad sobre los que me atañen a mí.
Antes del año
1954 eramos consideradas como seres de segunda categoría, que no teníamos
derechos y nuestra función era estar al servicio de los hombres y la familia,
fue entonces en ese año después de muchas luchas que el Gobierno de Honduras
nos concedió el derecho de ejercer el sufragio pero solamente a las Casadas y a
quienes sabían leer. Hasta 1958 se nos otorgó a todas las mujeres mayores de 18
años sin distinciones el derecho de elegir nuestras autoridades a pesar de que
siempre hemos representado una mayoría en el porcentaje poblacional (más o
menos entre un 51 – 60%).
Nuestras leyes
protegen sin discriminación al hombre y a la mujer aunque en la realidad no es
así. En Honduras, en teoría, la mujer tiene el derecho a la democracia, a la
vida, al trabajo, a expresarse y movilizarse libremente, a organizarse, a ser
tratada con dignidad y a la paz, pero en una sociedad donde los derechos se violan
constantemente, la pobreza y miseria tienen rostro de mujer.
El empleo
(trabajo remunerado) otorga al individuo un estatus y una autoestima
permitiendo la participación en la vida pública.
Partiendo de
esta idea el empleo marca pautas de convivencia social.
En Honduras un
porcentaje alto de mujeres carece de un trabajo remunerado y es el trabajo
doméstico, ocupación que muchas mujeres desempeñan y ésta es la principal causa
de que los roles de género estén todavía más marcados.
EL TRABAJO
INDUSTRIAL
La mujer como
obrera en las grandes ciudades hondureñas, es discriminada. Además de ocupar
cargos menos cualificados su trato es distinto al del hombre:
- Recibe un
salario más bajo.
- Es acosada
sexualmente.
- Los despidos
son injustos.
- Las
oportunidades de obtener un empleo se reducen al ser mujer y una de las razones
es que el tiempo de maternidad no es productivo para la empresa.
EN LA FAMILIA
En la vida
familiar: <LA SITUACIÓN DE
LA MUJER EN HONDURAS, Yolanda Domenech López Profesora ayudante del Área de
Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de Alicante.)
Este es un
ejemplo muy común entre las familias hondureñas, los roles masculinos y
femeninos están muy determinados por la tradición.
El sentido de la
mujer a la familia es de unión, fidelidad y sometimiento.
La fidelidad es
un valor que se espera sólo de la mujer pero no así del hombre, la infidelidad
de la mujer todavía se castiga en muchos casos hasta con la muerte, mientras
que por el contrario la mayoría de hombres tienen hijos fuera del matrimonio o
hasta múltiples hogares lo cual es aplaudido.
LA MUJER Y LA
IGLESIA
Y en los
espacios religiosos la situación no es diferente, somos el 70% en las iglesias
Menonitas en Honduras. Pero son pocas las mujeres que son pastoras, sus esposos
lo son pero a ellas no les otorgan licencias: sólo existe 1 mujer ordenada como
pastora dentro de 120 iglesias con alrededor de 9,000 miembros en total.
Tenemos
representación desigual en el liderazgo, somos quienes trabajan pero no quienes
toman las decisiones desvelando que el hombre sigue siendo quien domina en los
espacios de convivencia.
POLÍTICA
El ámbito
político cubrió la participación ciudadana equitativa diciendo 50% del poder
para la mujer y 50% para el hombre en el año 2013, pero la realidad es que
siempre quienes ganan en la mayoría de los puestos son hombres.
Cabe remarcar
que solo hemos tenido 2 mujeres en la historia reciente que se han atrevido a
participar como candidatas a la presidencia de nuestro país.
Leda en las
noticias con su trabajo, Winnipeg Harvest
CONCLUSIÓN:
La mujer
hondureña representa la mayor fuerza de trabajo en todos los ámbitos pero no se
les reconoce.
Poco a poco se
ven los cambios dentro de la distribución del trabajo y los roles de genero van
quedando atrás, cada día vamos ganando mas espacios dentro de nuestra sociedad
pero la lucha continua y se que todavía nos falta mucho por aprender y aplicar
como mujeres y como país sobre equidad y justicia.
Me alienta ver
que mas hombres van tomando conciencia de la humanidad de la mujer reconociendo
nuestro lugar de respeto, modificando sus estilos de vida, asumiendo actitudes
de equidad y justicia. También que las mujeres se abren paso en espacios que
tradicionalmente han sido dominadas por hombres. Guardo la esperanza que en un
futuro cercano la pobreza y la miseria dejen de tener rostro de mujer.
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