Publicado en Red de Liturgia del CLAI
Dios, tú siempre nos sorprendes,
no nos dice tu nombre,
y te nos haces conocer
en los sucesos que ocurren en el camino.
Dios, danos el coraje de arriesgarnos
para construir autopistas en el desierto
aún cuando no veamos
cómo podemos movernos hacia delante.
Danos el coraje de creer que Tú estás ahí
y estarás conduciéndonos cuando nos atrevemos a avanzar.
Danos el coraje de creer que como iglesia
te encontraremos allí
acompañando las cosas que nos animamos a emprender
cuando estamos preparados para arriesgarnos
y ponemos la primera piedra para hacer la autopista
The Gospel transforms persons and cultures pg. 25
WCC Publications, Geneva
Tr. Juan Gattinoni
viernes, 10 de septiembre de 2010
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